Por Erwin Gonzalez
Hoy no quisiera caer en el montón de críticas en las que nos hemos sumido en estos últimos días por causa de los resultados de nuestro equipo amado.
Total es el que elegimos y por más enojos que nos cause siempre será nuestro gran amor. Acertadamente me dice mi compadre: .Migue, uno puede cambiar de novia o de mujer., pero de equipo nunca!.
Me quiero referir especialmente a este punto y puede ser tomado como un complemento al editorial de hace unos días: El hincha caleño nace o se hace.
Los niños. Allí comienza esta historia de amor y desamores. El domingo pasado contra Millonarios allí estaban junto a la fila de socios implorando que los entremos a ver su equipo del alma y como en ocasiones pasadas le dije a uno de ellos, .Venga chino, entremos a ver al SuperDepor.. Él vestido de hincha caleño de pies a cabeza iluminó su rostro con una sonrisa solamente comparable con la llegada del niño dios en diciembre o con los dulces de Halloween.
Estaba sonando el himno nacional y en su rostro se reflejaba la angustia por no haber visto la salida de sus ídolos a la cancha, angustia que seso tan pronto pasó los torniquetes que con un pique que envidiaría cualquier delantero argentino de cuyo nombre no quiero acordarme, corrió raudo y solo atinó a decirme un .Gracias señor!, desde la distancia.
Luego al llegar a nuestro acostumbrado fortín caleño del tercer piso. a nuestro lado estaban otros 2 que hubiera podido jurar que uno de ellos era el mismo que hace unos segundos había ayudado a entrar, pero este no tenía la pañoleta que decía superdepor, pero sí su camiseta verde y sus ansias de alentar al equipo.
Poco a poco fue transcurriendo el partido con el resultado que ya sabemos y aquel niño se fue contagiando de los gritos, algunos insultos y por que no algunos .Vamos Cali .. al término del partido y con la tristeza que a todos nos embargaba le dije: .Mijo, no se vaya a desilusionar del Cali, que este es un amor que se lleva para toda la vida... .Mira que yo tuve que esperar 22 años para ver a mi equipo campeón y nunca ni siquiera pensé en cambiarme a otro, por eso no dejes de alentar al equipo así esté pasando por esta mala racha.
El niño con cara medio confundida solo asintió y me dijo en tono jovial casi consolando mi inocultable tristeza. .Fresco que clasificamos...
Eso me recordó y me hizo estar mas seguro de que aunque las cosas no se den y que por las causas que sean el equipo vaya mal, siempre será nuestro gran amor y ya habrán otros momentos en los que nos de felicidad.
Te quiero Cali.