El oscuro presente de
nuestra amada selección Colombia en la eliminatoria mundialista 2014 conocido
por todos (y no por los puntos que se tienen en este momento, ni la posición en
la tabla, sino por la idea futbolística actual del combinado nacional) es
producto de un conjunto de malas decisiones que les muestro como un efecto
dómino en reversa:
Partido Colombia –
Argentina 15 de noviembre de 2011
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Minuto 85: Bolívar, (el que no ve TV ni tiene
Internet y dice que Messi es un “común y corriente”) decide aguantar el balón
con Messi respirándole en la nuca y sin nadie que lo respalde. Pierde el balón,
Messi llega hasta el área y salva Ospina el tercero de Argentina.
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Minutos 30: Los sabios Leonel y Comesaña después
de deliberar 15 minutos deciden ingresar a Carlos Darwin, para que el equipo
centre el balón (al cabeceador Darwin) y Darwin “aguante” a los centrales
gigantones de Argentina.
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Zuñiga se
atraganta: En una de
esas jugadas que denominan “de otro partido” Zuñiga queda de frente al arquero.
Era el 2-1. Decide patear al cuerpo del arquero con la pierna menos hábil y con
Dayro Moreno perfilado de frente.
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Empate de
Argentina: Mario
Yepes (que jugó fatal los dos juegos) decide tratar de dominar el balón al no
hablarse con Ospina y le hace la pared a Messi (no sé si le gusta tanto el
juego del Barcelona que soñaba hacer una pared con Messi). Viejo, con tanta
experiencia en esa jugada debiste mandar la pelota a la tribuna.
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Mucho ataque: Leonel Alvarez decide incluir mucho
ataque: Jackson, Pabón, Ramos, James. El problema es que el equipo quedó
absolutamente partido porque Argentina copó la mitad de la cancha y manejo todo
el partido. Para qué sirve tanto talento si se ubican para lo que no hacen,
marcar.
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Bocón: Bolívar decide opinar ante los
medios que Messi es un común y corriente. Messi herido quizá en su orgullo
propio y toreado por los medios argentinos que vieron esa oportunidad, se echa
el equipo al hombro y baila a Bolívar y su corte.
Partido
Colombia – Venezuela 11 de noviembre de 2011
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Minuto 91: Leonel decide hacer cambio. Saca a
James. Sería para que descansara para el siguiente partido? O para hacer
tiempo? Leonel entiende por favor, ese cambio normalmente lo hace el visitante
para comerse los últimos minutos.
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Minuto fatal: Amaranto decide parar un balón de un
pelotazo de Venezuela con balón mojado y sin posibilidad de reaccionar (el
equipo estaba muerto físicamente). Se la deja en bandeja al venezolano que
acepta el regalo.
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Teo en otro
partido: Teófilo
estaba defendiendo en conjunto con los defensas de Venezuela. Todo el mundo lo
veía, no le iba a hacer un gol al arco iris. Pero el técnico quizá por ese
miedo de sacar al jugador de la tribuna, al niño consentido de casa, lo mantuvo
hasta que terminó de despejar la última bola. Te faltaron huevos Leonel.
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Aire pa’l
equipo: Leo y
Comesaña deciden mantener el equipo (quizá para eso de compenetrarse con los
jugadores y que sientan la confianza) a pesar de que el equipo estaba fundido.
El local parecía Venezuela. Leo, los cambios se necesitaban a tiempo para
refrescar al equipo.
Antes
de los partidos en casa
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Sede: Se decide tomar como sede
Barranquilla porque el calor será un factor determinante para vencer. ¿Cuándo
nos daremos cuenta que debemos fiarnos es en el fútbol que la selección pueda
expresar? Ni Bogotá, ni Barranquilla. Esas condiciones han jugado en contra del
equipo en las últimas eliminatorias. ¿Por qué no Medellín o Cali? Intereses de
por medio.
Comité
directivo del fútbol colombiano
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Escogencia del
cuerpo técnico: Ni
Tata Martino, ni Bielsa, ni ningún candidato extranjero serio, con experiencia
sirve. El motivo es sencillo. Como cualquier otro ambiente politizado en
Colombia (entiéndase, cuna de ladrones), no sirve un proyecto planteado por un
extranjero de esos. Los directivos dirán: “¿ese mundo de plata? ¿Y nosotros
qué? ¿Y la plata de nuestros hijos, clubes, viáticos, entradas gratis para
nuestro círculo de influencia qué??”. Nos pusimos a improvisar y allí está el
resultado. Por eso la primera ficha de este conjunto de malas decisiones del
efecto dominó nos lleva a la pregunta: